Dolores de cabeza

Las migrañas se caracterizan por un dolor pulsátil, generalmente en un solo lado de la cabeza, que empeora con la actividad física.

Aunque nunca hayas sufrido migrañas antes, las fluctuaciones hormonales de la perimenopausia pueden intensificarlas.

66%
de las mujeres en la menopausia los experimentan.

¿Es normal?

Sí, pero el impacto de las fluctuaciones hormonales en las migrañas varía en cada mujer. Los dolores de cabeza en la menopausia son un síntoma frecuente que puede afectar la calidad de vida. Durante la perimenopausia, las fluctuaciones hormonales —en especial de los estrógenos— son más pronunciadas y pueden desencadenar migrañas, sobre todo cuando los niveles de estrógeno caen de forma brusca. Una vez que la menopausia se establece y las hormonas se estabilizan, muchas mujeres notan una mejoría, aunque otras continúan experimentando cefaleas. Los sofocos, sudores nocturnos, el insomnio y el estrés propios de esta etapa también favorecen la aparición.

Los tipos más comunes son la migraña, caracterizada por dolor pulsátil (a veces unilateral) acompañado de náuseas y sensibilidad a la luz o al ruido, y la cefalea tensional, que se manifiesta como un dolor opresivo tipo “banda” causado por tensión muscular y factores emocionales. Ambos forman parte de los dolores de cabeza en la menopausia que pueden variar en frecuencia e intensidad según cada mujer.

Las causas de los dolores de cabeza femeninos en esta etapa incluyen tanto los cambios hormonales como los hábitos de vida. El insomnio, el consumo excesivo de cafeína, la deshidratación o el estrés acumulado son factores que pueden intensificar las migrañas en la menopausia y las cefaleas tensionales.

Para saber cómo aliviar las migrañas en la menopausia conviene adoptar medidas de prevención. Mantener rutinas de sueño regulares, hidratarse adecuadamente, practicar ejercicio moderado y reducir la exposición a pantallas antes de dormir son estrategias eficaces. Técnicas de relajación como el yoga o la meditación también ayudan a disminuir la tensión muscular y el estrés, reduciendo la frecuencia de los episodios.

En los casos más severos, los especialistas pueden recomendar tratamientos para el dolor de cabeza femenino. Estos incluyen medicación específica para la migraña, analgésicos, terapias hormonales o incluso programas de fisioterapia y acupuntura.

En resumen, aunque los dolores de cabeza en la menopausia pueden resultar muy molestos, con un abordaje adecuado que combine hábitos saludables y apoyo médico, es posible reducir su impacto y recuperar una mejor calidad de vida.

¿Qué puedes hacer?

  • Identifica tus desencadenantes: estrés, ciertos alimentos, falta de sueño o deshidratación pueden agravarlas.
  • Mantén una rutina de sueño y duerme lo suficiente.
  • Cuida tu alimentación: reduce cafeína, alcohol y ultraprocesados.
  • Mantente hidratada y evita largos periodos sin comer.
  • Prueba técnicas de relajación como meditación o yoga.
  • Consulta a un especialista sobre opciones de tratamiento como triptanes o inyectables.

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