Piel seca
¿Notas tu piel más apagada y sin elasticidad?
La sequedad cutánea es uno de los signos más comunes de la perimenopausia.
A medida que bajan los niveles de estrógeno, la piel pierde hidratación, firmeza y suavidad. Las líneas finas, las manchas y la falta de elasticidad no tardan en hacerse notar. Además, la barrera cutánea, esencial para retener la humedad, puede verse afectada durante la menopausia.
Factores externos como el clima frío, la baja humedad ambiental, el uso de calefacción y la exposición solar sin protección agravan aún más la deshidratación.

¿Es normal?
Sí, y es algo que nos afecta a casi todas. La piel seca en la menopausia es uno de los cambios cutáneos más frecuentes durante esta etapa. Con la edad, el cuerpo produce menos colágeno, la proteína que mantiene la piel firme y jugosa, lo que favorece la sequedad y la pérdida de elasticidad. Lo mismo pasa con los niveles de estrógenos que, al disminuir, reducen la capacidad de la piel para retener humedad, volviéndola más delgada, menos elástica y más propensa a la irritación.
Las causas de la piel seca en la menopausia están directamente vinculadas a los cambios hormonales. La caída de estrógenos ralentiza la producción de aceites naturales en la piel, lo que provoca tirantez, descamación y mayor sensibilidad. Estos cambios cutáneos femeninos no solo afectan al rostro, sino también a brazos, piernas y manos, zonas donde la sequedad suele ser más evidente.
Los cuidados para la piel en la menopausia son esenciales para mejorar su aspecto y prevenir la irritación. Mantener una rutina de higiene suave, utilizando limpiadores sin sulfatos ni alcohol, ayuda a proteger la barrera cutánea. Aplicar cremas hidratantes ricas en ácido hialurónico, ceramidas o glicerina permite retener la humedad y restaurar la elasticidad perdida. También es fundamental proteger la piel del sol diariamente, ya que la radiación acelera el envejecimiento y agrava la sequedad.
Existen múltiples recomendaciones sobre cómo hidratar la piel en la menopausia. Beber suficiente agua, llevar una dieta equilibrada rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3, y evitar duchas muy calientes contribuyen a mantener la piel más nutrida. Incorporar suplementos de colágeno o vitamina E también puede ser beneficioso, siempre bajo supervisión médica.
En los casos más severos, los especialistas pueden sugerir tratamientos para la piel seca femenina que incluyen peelings suaves, hidrataciones profundas en cabina o terapias dermatológicas específicas para mejorar la firmeza y luminosidad.
En definitiva, aunque la piel seca en la menopausia sea un síntoma común, no es irreversible. Con hábitos adecuados, productos específicos y la orientación de profesionales, es posible recuperar la hidratación, la elasticidad y disfrutar de una piel más sana y radiante en esta etapa.
¿Qué puedes hacer?
- Hidrata tu piel a diario con productos nutritivos.
- Consume alimentos ricos en antioxidantes como frutas y verduras de colores vivos.
- Reduce el estrés con meditación o yoga.
- Prueba nuestra Crema Facial Luminosidad, formulada para restaurar la elasticidad y luminosidad de la piel.
- Refuerza tu piel desde el interior con nuestro Complejo Luminosidad, diseñado para mejorar su firmeza y luminosidad.